Últimamente, se habla mucho del deseo de conseguir una conciliación laboral-familiar. Hecho verdaderamente importante que nos llevó a una importante reflexión. No solo esta conciliación resulta vital, sino que conseguir una conciliación de la vida maternal con la vida personal resulta tremendamente imprescindible para cultivar la relación con una misma y por ende, mantener un buen bienestar personal.
Está claro que ser madre conlleva un sinfín de obligaciones y condiciones, pero es importante que no limiten por completo tu vida. Resulta esencial integrar los propios cuidados con los cuidados de los/las hijos/as, para no olvidar que además de ser madre, se es mujer, persona y por ello, mereces tiempo, cuidado y disfrute.
La sociedad ha creado e impuesto una perspectiva de género, que entre muchas otras creencias y valores, consiste en definir el papel de madre como un sacrificio personal, es decir, la mujer para ser una “buena madre” debe postergar sus deseos, metas y tiempo para satisfacer los deseos y necesidades de sus progenitores/as. En resumen, primero ser madre y luego, si eso, ser mujer. Algo que desde nuestra humilde opinión, debe cambiar y todos/as debemos formar parte de este cambio. El estar bien con uno/a mismo/a es la clave para poder afrontar las circunstancias que la vida tenga preparadas para cada uno/a de nosotros/as. De esta manera, mantener una rutina y espacios de autocuidado y diversión son esenciales para poder hacer frente a la crianza de un hijo/a de la manera en que se desee hacer. Obviamente, estos hechos que son aplicables tanto para padres y madres, pero queremos dedicar este artículo a las madres, porque en este aspecto de darse espacio a ellas mismas, la opresión de la sociedad sobre ellas es algo mayor.
Así pues, te dejamos algunas ideas que nos han parecido útiles para poder cultivar esta conciliación:
No te olvides.
Recuerda que tú no eres prescindible y por tanto, el tiempo para ti no es prorrogable. Guardar momentos para ti y tu pareja. Te ayudarán a mantenerte en armonía contigo misma, a sentirte más realizada, cuidada y feliz. Y recuerda, cuanto más feliz estés contigo misma, más podrás ayudar a serlo también a los que te rodean.
Comparte lo que sientes. Pide ayuda.
Participa en algún grupo de madres en el que compartir experiencias, miedos y preocupaciones. La vulnerabilidad une y compartirla ayuda a combatirla. Deja esa capa de Superwoman, no la necesitas para ser valiosa y buena madre. Delegar tareas y ceder algunas responsabilidades puede ayudarte a saciar tus necesidades individuales.
Mímate.
Cuida y respeta cada uno de tus cuerpos. Mima tu cuerpo mental, emocional, físico y energético. Eres importante y mereces tu atención y cuidado.
Libérate. Abrázate.
Sentir culpa aunque pueda sonar paradójico, es una buena señal, romper con esquemas y creencias que la sociedad nos impone desde que nacemos cuesta y quizá, sentir culpa es el precio a pagar. Pero creemos que merece la pena, que sale rentable romper con las ataduras para construir una sociedad más libre. Dónde ser madre sea una elección, no una imposición. Donde la manera de criar y educar a tus hijos/as pase siempre primero por ti y que nadie sienta la libertad de juzgarla sin ningún motivo aparente. Así que piensa que puedes dar un sentido diferente al sentir culpa, re-conceptualizarlo puede ser una buena manera de gestionar esta emoción y puede contribuir a que poco a poco se difumine hasta desaparecer.
Aprende herramientas de gestión emocional.
Como podemos deducir con todo lo dicho hasta ahora, ser madre conlleva una maleta de emociones que pueden llegar a ser desbordantes. Por ello, entrenar la inteligencia emocional es una buena opción. Aprender sobre las emociones y sobre cómo se manifiestan y expresan interior y exteriormente en una misma puede ser de ayuda para encontrar la mejor manera para gestionarlas. Quizá te sirva meditar, practicar mindfulness, darte un baño, escribir, leer, escuchar música y/o bailar sin parar, etc. Todas sirven, todas son buenas si a ti te sirven. La importancia no recae en la manera sino en tomar conciencia y poder así actuar en consecuencia.
Si quieres trabajar en ti misma y sientes que esta conciliación supone algunas dificultades que te apetece sobrepasarlas acompañada, no dudes que en Clínica Gouet estamos dispuestas a trabajar juntas para conseguirlo y aumentar así tu bienestar.
REFERENCIAS:
Sousa, M. E. (2015, 28 julio). Somos madres sin dejar de ser madre – Club de Malasmadres. Recuperado 30 de julio de 2020, de https://clubdemalasmadres.com/ser-madres-sin-dejar-de-ser-mujeres/
Ramírez, L. (2020, 24 julio). Ser madre sin dejar de ser mujer. Recuperado 30 de julio de 2020, de https://mejorconsalud.com/ser-madre-sin-dejar-de-ser-mujer/
Serena, N. (2020, 30 abril). 8 consejos para ser madre sin dejar de ser mujer. Recuperado 30 de julio de 2020, de https://www.cadenadial.com/2020/8-consejos-para-ser-madre-sin-dejar-de-ser-mujer-180212.html