Actualmente, se está hablando de conceptos como la dependencia emocional, las relaciones tóxicas, los celos patológicos…; conceptos interesantes e importantes de tener presentes al establecer relaciones. Quizá, el auge de estos conceptos es una buena señal, ya que implica que nos estamos revisando, estamos queriendo mejorar nuestras relaciones y actuar sobre ellas para poder ser así más felices. Aunque esto suene muy bonito, el camino para conseguirlo, puede estar lleno de piedras y charcos que saltar. Tener estas expectativas presentes, resulta fundamental para poder llegar san@ y salv@ a esta meta.
Socialmente, los celos están muy normalizados y se han llegado a entender como una manifestación de amor. Seguramente, en algún momento de nuestra vida, hayamos escuchado «es normal tener algo de celos» «si tiene celos, es porque me quiere» «si no tiene celos, sospecha, no te quiere». Mitos que llegan a nosotr@s como influencia del modelo de amor romántico impuesto en nuestra sociedad. Des de un punto de vista psicológico, los celos están lejos de aquello que consideramos amor sano. Los celos implican desconfianza y esta, lejos de protegernos, nos alejan de quien amamos.
Los celos no son amor. Son miedo.
Cuando hablamos de celos, estamos hablando de miedo; miedo a perder a la otra persona, al abandono, a sufrir, a quedarnos sol@s. Ambrose Bierce (1999) define los celos de una manera muy gráfica y filosófica: «los celos son el miedo a perder algo, que si se perdiera por lo que se teme, no valdría la pena haberlo conservado».
La persona celosa siente una necesidad hacia el otro o la otra; «necesito al/la otr@, para ser feliz». Esta creencia genera una fuerte dependencia hacia la otra parte de la pareja. Creencia fundada por mucho miedo a no saber qué hacer si esa persona algún día desaparece de su vida. La manera que esta persona encuentra para poder sobrellevar este miedo es el control. Cree que controlar a la otra persona va a evitar que lo/la abandone o traicione. Como resultado, la existencia y responsabilidad del otr@ en sus acciones queda anulada. Este control, paradójicamente provoca el efecto contrario: más probabilidad de que la persona deje de amar y de querer estar en esa relación. Una persona controlada no es una persona libre y perder la libertad, nos hace querer encontrarla y huir de dónde nos la quitan.
Motivos que pueden llevar a una persona a ser muy celosa:
Saber que nadie nos puede garantizar que la otra persona querrá quedarse con nosotr@s para siempre, puede ser difícil de asumir. Convivir con esta incertidumbre resulta realmente insoportable para muchas personas, quienes prefieren asumirse omnipotentes y pasar a controlar todo y más, en vez de enfrentarse a esta dificultad e intentar aceptar la imperfección y los límites humanos. Algunos motivos que pueden explicar esta tendencia personal son:
Imitación
Una persona que ha crecido en un entorno familiar en el que uno o ambos progenitores, eran extremadamente celosos, ha entendido que los celos son algo normal y habitual en una relación de pareja. Por tanto, este patrón observado durante la infancia, se imitará en las relaciones que esta persona establezca como adult@. Además esto puede generar creencias irracionales acerca de los demás y el mundo muy poco adaptativas, como el creer que las personas son infieles y mentirosas por naturaleza y que se debe siempre desconfiar y estar alerta para que no te engañen.
Baja autoestima
La manera en que nos amamos a nosotr@s mism@s, es la manera en que creemos que los demás nos aman; y si tu mism@ no te amas, ¿cómo otra persona sí lo va a hacer?
Una baja autoestima se caracteriza por creencia muy pobres sobre un@ mism@, tales como:
- «No soy una persona importante»
- «Soy poco valiosa»
- «No soy merecedora de amor»
Estas creencias provocan un fuerte sentimiento de inferioridad, el cual lleva a pensar que es muy probable que la pareja encuentre y elija a alguien que es «mejor». Esta sospecha, genera en la persona una gran inseguridad, haciendo que entre en un círculo vicioso. La persona está en un estado de hiper-altera, ya que considera que muchas situaciones son una amenaza, en las que puede perder al ser amado y el miedo cada vez se vuelve mayor, haciendo también crecer la sensación de inseguridad.
Experiencias traumáticas
Vivir un engaño dentro de una relación de pareja, es una experiencia que deja una huella difícil de borrar. Cuando alguien sospecha de su pareja y esta le dice que «son cosas suyas» «que es un@ paranoic@» y finalmente, se descubre que la sospecha era real y había un engaño de por medio, hará que la persona engañada pierda la confianza en el amor. Le costará volver a confiar y se sentirá muy asustad@ ante cualquier cosa que no le cuadre, por su enorme miedo a que le/la vuelvan a engañar.
Ideal del amor romántico
Los modelos de relación que hayamos aprendido tendrán una fuerte influencia en las expectativas que generemos sobre como debe ser una relación de pareja. En la sociedad, ha predominado un modelo de amor romántico, el cual defiende valores como la «posesión de la otra persona»; es decir, considerar que la otra persona nos pertenece y por tanto, esta obligada a dedicarse exclusivamente a nosotr@s. Esta idea puede generar una gran dependencia emocional por la pareja, ya que también se cree que uno debe estar exclusivamente por su pareja y que le pertenece al otr@, de esta manera se le concede el derecho a la otra persona a cambiar aspectos de un@ mism@ por contentar al otr@. Este hecho puede llevar a la anulación de la propia identidad, la cual conducirá a la perdida de la independencia, ya que ya no se sabrà quien se es sin esa persona, porque se habrá pasado a definirse a un@ mism@ a través del otr@. Se vivirá solo por y para la pareja, dejando completamente de lado la relación con un@ mism@.
Consejos para liberarse de los celos:
Teniendo presentes los motivos que pueden causarlos, vemos que poner a prueba a la pareja, puede ser una de las estrategias más utilizadas pero menos provechosas. Porque de esta manera, quizá se mejora una parte del problema, pero podemos tener por seguro, que estos celos ni mucho menos van a desaparecer, ya que no se estará incidiendo y trabajando en la raíz del problema. Raíz que se sitúa en la relación con un@ mism@.
Tomar consciencia
Los celos, al ser muy irracionales, pueden verse como reacciones desmedidas. Es decir, como que la reacción no es proporcional al hecho que la está provocando. Es un buen primer paso que la persona tome consciencia de esto. Que pueda analizarse y darse cuenta de que hay una parte de su reacción que no tiene sentido. De esta manera, su intensidad emocional podrá disminuir y entonces se podrá intentar dar la vuelta a su interpretación.
Parada del pensamiento
Tal y como explicamos en el post anterior, aquello que pensamos, condiciona lo que sentimos; así pues, observar el espiral de pensamientos celotípicos y hacerlo como un observador/a externo, permitirá poder actuar sobre ellos y así, rebatirlos. Una técnica útil para llegar a la observación de este cúmulo de pensamientos es la «parada o stop del pensamiento». Esta consiste en que una vez que soy consciente del espiral de pensamientos en el que estoy entrado, en vez de seguir enganchad@ a este, decir en voz alta o mentalmente «stop» «para» o cualquier palabra que sirva como señal para ese espiral y centrar la atención en una dirección opuesta. Seguidamente, se recomienda hacer alguna actividad que pueda distraernos como puede ser llamar a alguien de confianza, poner música y bailar, etc.
Trabaja en ti. Ama tu soledad.
Las dos estrategias anteriores se centran en la actuación cuando se produce una reacción de celos, pero solo con estas se conseguirá mejorar la reacción desmedida pero no se conseguirá que esta desaparecerá o cada vez sé dé en menos situaciones. Para poder conseguir este resultado, es importante hacer un trabajo personal profundo. Trabajo que consiste en trabajar los miedos, las inseguridades y sobre todo la relación y el amor hacia un@ mism@.
Te dejamos una conferencia de Borja Vilaseca muy interesante, sobre la importancia y la liberación de amarse a un@ mism@.
Consejos para que la pareja pueda ayudar a la otra parte a liberarse de los celos:
Comunicación, sinceridad y apoyo
Intentar hacerle ver que existe otra interpretación que se ajusta mejor a la realidad. Dar tu visión de la situación, explicarle tu perspectiva y hacerlo con total sinceridad. Sin miedo a su respuesta, ya que lo que más agradecerá al final habrá sido el saber la verdad. Comunicarle tu apoyo y el deseo de ayudarle/a a liberarse de este miedo y así, juntos ser más felices.
Trabajo personal
Para sostener los momentos más complicados, es importante que esta parte de la pareja este bien regulado emocionalmente y también, que sepa como regularse estas situaciones más desbordantes. Si consigue una buena regulación emocional en estas situaciones, la magnitud de estas será mucho menor. Su reacción podrá sostener el desbordamiento de la pareja, para cuando la emoción disminuya, invitar a analizar y trabajar conjuntamente en esa situación y así poder aprender de ella. Mantener una buena autoestima y establecimiento de límites, para no perderse en los miedos de la otra parte de la pareja.
Estas recomendaciones son para esas situaciones en las que los celos son injustificados, es decir no hay motivos por los que sospechar. La confianza supone una de las bases en una relación de pareja y cuando se empieza a quebrar, es importante estar alerta, ya que nos indica que algo en la relación o bien en uno o ambos miembros de la pareja no esta va bien y requiere ser atendido.
Si por mucho que se intenta, hay mucha dificultad para ir superando los celos y la pareja se está viendo perjudicada, la mejor solución es pedir ayuda terapéutica. Por ello, des de Clínica Gouet te brindamos nuestras manos para ayudarte. Una ayuda libre de juicios, donde conseguir aumentar tu bienestar es nuestro principal objetivo.